God of War – 95: es una obra maestra, en que cada aspecto individual del juego se combina para completar una aventura violenta, conmovedora e inolvidable, cuya ambientación nórdica nos ha conquistado. Su único punto débil es esa sensación de que lo mejor está por llegar en próximas entregas.

Celeste (Xbox One) – 94: una historia de superación y aceptación bajo la apariencia de una plataformas exquisito. Celeste es la clase de juego que nadie, ni siquiera aquellos que repudian los juegos de saltos, debería perderse.

Bayonetta 2 – 92: es uno de los mejores exponentes del género "hack´n slash". Mucho más grande y espectacular que su predecesor, pero conservando un sistema de combate rápido y profundo, y una protagonista irresistible. El hecho de que no fuese demasiado popular en Wii U le da un valor añadido a esta versión de Nintendo Switch.

Shadow of the Colossus – 91: es una de las mejores aventuras de todos los tiempos, y con este remake se reafirma como una joya atemporal, que con PS4 muestra su mejor cara posible. Por si fuera poco, Bluepoint no sólo ha dado una lección de cómo hacer un remake en lo técnico, si no también a la hora de añadir extras que enriquecen la experiencia. Imprescindible.

Monster Hunter World (Xbox One) – 90: la caza nunca había sido tan épica, profunda y espectacular como en Monster Hunter World. Más de 40 horas (si sólo vamos a pasar la historia) de explorar entornos sorprendentes y estudiar criaturas que parecen "vivas". Y con un modo online cooperativo muy ajustado.